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Carlos Neyre Abad, Iglesia Ortodoxa Peru
Carlos Neyre Abad, Iglesia Ortodoxa Peru

LA IGLESIA CATÓLICA APOSTÓLICA ORTODOXA

 

QUE ES :

Es la comunidad de personas que creen en Nuestro Señor Jesucristo, a la que se ingresa por medio del sacramento del Bautismo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que tiene como cabeza o jefatura a su Fundador.

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QUIEN LA FUNDO :

La fundó alguien determinante en la historia de la humanidad : un Ser Divino y Humano a la vez, Verdadero Dios y Verdadero Hombre, la encarnación de la segunda persona de la Santísima Trinidad en género humano - en la Santísima Virgen María precisamente - por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació en un pesebre, en una aldea de Belén, y su nombre es Jesucristo.

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CUANDO Y DONDE LA FUNDO :

Hace casi dos mil años en Palestina, dando cumplimiento a lo predicho por los profetas del Antiguo Testamento que hablaron de un Mesías, un Ungido de Dios, el Cristo, que vendría a restablecer la humanidad a su condición natural; a la que tenía antes del problema originado por los primeros ancestros, Adán y Eva. Es decir, vino a restaurar la imagen y a devolver la semejanza de Dios al ser humano, que  había perdido por desobediente soberbia, volviendo a ser nuevamente imagen y semejanza de Dios.

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COMO LA FUNDO :

Dando su ejemplo personal de santidad y predicando el Evangelio (la Buena Nueva), un nuevo mensaje de amor, de perdón mutuo, de fe, esperanza y caridad. Otorgando la paz a las almas de los angustiados, y obrando milagros tales como sanar a los enfermos, devolviendo la vista a los ciegos, y resucitando a los muertos, testimoniando de muchas formas su origen divino ante los seres humanos y entregando su vida como precio de la redención; resucitando gloriosamente de entre los muertos, como primicia de nuestra futura resurrección a la vida eterna.

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QUIENES FUERON LOS PRIMEROS SEGUIDORES :

La gente que habita en Palestina, puesto que allí recorrió pueblos y aldeas, llevando su mensaje y presencia salvadora. Entre los discípulos que le seguían, el Maestro Jesús escogió a doce apóstoles : Simón  llamado Pedro ; Andrés su hermano ; Jacobo hijo de Zebedeo y su hermano Juan ; Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo ; Lebeo, por sobrenombre Tadeo ; Simón el cananita, y Judas Iscariote, el que lo entregó.

Eran personas sencillas : pescadores, artesanos, funcionarios públicos, a quienes llamó para seguirle y difundir su obra en la tierra. Primero los formó mediante su ejemplo personal, su prédica y su accionar milagroso. Luego, rogó al Padre por la unidad de ellos, y les envió el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, para darles la necesaria fortaleza y plena comprensión para realizar la obra que les encargó:  ir y bautizar a todas las naciones, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

 

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PARA QUE FUNDO LA IGLESIA :

Para otorgar a los seres humanos un camino hacia la perfección y la salvación : Un camino de  perfección en el amor al prójimo y las buenas obras, en la vivencia de la fe, en el encuentro íntimo con Dios, en la oración y por sobre todo, en la recepción de la Gracia Divina presente en los Santos Sacramentos.

Y un camino de salvación, elevando nuestras almas y cuerpos hacia Dios para que participemos de sus Energías Divinas, plenas de luz, como se manifestaron a Santiago, Pedro y Juan cuando Nuestro Señor Jesucristo se transfiguró en el Monte Tabor.

 

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QUIENES LA FORMAN :

La Iglesia es un puente tendido entre el Cielo y la propia Tierra, diseñado y creado por el Dios-Hombre. La forman todos los bautizados en el nombre de la Santísima Trinidad : los que hoy estamos en la tierra y también por nuestros antepasados creyentes, que partieron de este mundo a la Patria Celestial.

Los seres humanos somos creados por Dios a Su Imagen y Semejanza, libres, con alma racional, personas compuestas de alma y cuerpo. En nuestro caminar hacia El nos encontramos con muchas dificultades, y somos en tantos aspectos limitados, por debilidades, caídas, vicios, agresiones, intolerancias, odios, resentimientos, angustias, dolores, etc., que jalonan nuestras vidas.

Sin embargo, a pesar de todos estos problemas nuestros, la Iglesia es Santa porque Santo es Su Fundador, Santos son los Sacramentos que recibimos en ella y Santo es su propósito : que alcancemos la santidad personal en la comunidad.

Somos una masa, y nuestra levadura es el Señor, para que la debilidad de cada ser humano sea transformada por la fortaleza divina. Así, el ser humano se renueva, nace a una nueva vida donde reina el Amor y la Luz de Dios Uno y Trino.

 

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COMO SE ORGANIZO :

Transcurridos cincuenta días desde la Gloriosa Resurrección del Señor (diez días después de su Ascensión a los cielos), la comunidad de unas ciento veinte personas, en la cual se encontraba Santísima Virgen María, la Madre de Dios, junto a los Apóstoles, mientras oraban en la casa donde habían celebrado la Ultima Cena con el Maestro, experimentaron la irrupción del Espíritu Santo, que apareció como lenguas de fuego que se repartieron y asentaron sobre cada uno de ellos, cumpliéndose así la promesa hecha por Nuestro Señor Jesucristo.

El Espíritu Santo, Espíritu de Verdad y Fortaleza del Cosmos, otorgó sus dones a los Apóstoles para que comprendieran plena y conscientemente la enseñanza del Señor; y para que emprendieran con éxito la predicación a todos los pueblos y naciones en sus propias lenguas, sean judíos, griegos, árabes, escitas, egipcios, etc., hasta los confines de la Tierra. El Espíritu Santo también les fortaleció para sobrellevar la pesada y cruenta carga de las terribles persecuciones sufridas por los primeros cristianos y posteriormente por todos los mártires, hasta el día de hoy.

Los Apóstoles fueron predicando por las aldeas, ciudades y metrópolis de su época. Así crearon comunidades, dejando a cargo de ellas a un Obispo, ayudado por los ancianos o presbíteros y por los jóvenes llamados diáconos, quienes les colaboraron atendiendo toda clase de necesidades.

Las comunidades cristianas fueron creciendo y estructurándose, alabando al Señor, celebrando la Sagrada Eucaristía, mientras esperaban la vida triunfante de Cristo para reinar eternamente entre nosotros. Obraban el bien para y por todos, compartiendo como hermanos, puesto que eran hijos de un mismo y amoroso Padre Celestial.

Con el tiempo, los Obispos de las Metrópolis fueron llamados Arzobispos Metropolitanos y convocaban sínodos para resolver los problemas eclesiales de sus jurisdicciones. Al Metropolita de la Capital de una nación, reino o imperio, se le denominó Patriarca, siendo el Presidente del Sínodo, pero como primero entre iguales entre los demás obispos.

La Iglesia se caracterizó por una descentralización administrativa y su organización no obedecía a cuestiones dogmáticas. Así, en los primeros siglos, la cristiandad conoció los siguientes Patriarcados : Jerusalén (en Palestina), Antioquía (en Siria), Alejandría (en Egipto), Roma (en Italia), y Constantinopla (en Asia Menor, Capital del Imperio Romano Oriental).

Posteriormente, se crearon nuevos patriarcados, como el de Moscú (Rusia), de Rumania, de Serbia, de Bulgaria y de Georgia.

 

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A CUAL PERTENECE NUESTRA COMUNIDAD :

Descendemos de La Iglesia Ortodoxa Rusa (ROGCC) , La Iglesia Católica Ortodoxa Americana  fue constituida en 1927 por Aftimios Ofiesh consagrado por el arzobispo Evdokim (Meschersky).    En 1923, en reconocimiento a su trabajo en los Estados Unidos, fue elevado por el metropolitano Platon (Rozhdestvensky) de Nueva York al rango de Arzobispo.    En 1927, la diócesis rusa en Estados Unidos encargó a Aftimios que formara una jurisdicción de habla inglesa (la American Orthodox Catholic Church).  El propósito de la diócesis era establecer una nueva tradición en América del Norte que estuviera separada de cualquier otra tradición étnica o cultural particular. 

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SI HAY AUTONOMÍA, COMO SE MANTIENE UNIDA LA IGLESIA

La unidad de la Iglesia, no sólo la American Orthodox Catholic Church, sino la de todos los Patriarcados, está basada en dos pilares fundamentales :El primero es que tiene una cabeza que es Cristo Resucitado (Efesios 1,22), siendo la Iglesia Su Cuerpo Místico. El otro es la unidad doctrinaria de la fe y la comunión de la Gracia, del mismo Cáliz y los mismos Sacramentos, existiendo entre ellos un permanente lazo de oración.

Nuestra fe común tiene como fuente, las Sagradas Escrituras y la Santa Tradición. Fue comentada por los Santos Padres Teólogos de la Iglesia, como San Basilio el Grande, San Juan Crisóstomo, San Gregorio el Teólogo, San Gregorio Nazianceno, San Ignacio de Antioquía, San Juan Damasceno, San Agustín, San Gregorio Palamás, y otros., y por las enseñanzas explicitadas y proclamadas en los Siete Concilios Ecuménicos de toda la cristiandad, considerados como la más alta autoridad. Estos Concilios fueron  celebrados en Nicea, Constantinopla, Efeso, Calcedonia, etc., desde el Siglo IV al Siglo VIII. En los dos primeros, Nicea año 325 y Constantinopla año 381, se estableció el Credo de nuestra fe, que cada domingo confesamos en voz alta durante la Divina Liturgia y en otros oficios.

Los Siete Concilios Ecuménicos afirmaron la pureza de la fe y la recta doctrina frente a las herejías, la veneración debida a las Sagradas Imágenes o Íconos, y la disciplina eclesiástica.

Asimismo afirmamos que la plenitud de la Iglesia es asistida por el Espíritu Santo, por lo cual la Iglesia es infalible.

 

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DONDE ESTA AHORA LA IGLESIA :

Está en todo el orbe, proclamando el Evangelio en el idioma de cada pueblo o nacionalidad. Es Universal, pero no sólo geográfica ni temporalmente, sino en plenitud interior, puesto que donde se consagra el Pan y el Vino, en comunión con la ortodoxia, ahí está la presencia real del Señor ; ahí está la Iglesia plena, la Iglesia Militante en esta tierra y la Iglesia Triunfante en el Cielo. Donde se encuentra el Obispo, con su feligresía, ahí se encuentra la plenitud universal de la Iglesia.

 

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ES SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA

Es Santa precisamente porque su Fundador es Santo, y está animada por el Espíritu Santo. Es Católica ; es decir, conforme a todos, puesto que está unida, conserva la fe verdadera y no está circunscrita a lugar, región, raza o pueblos, o períodos de tiempo desde su fundación cronológica. Apostólica, porque el mandato de predicar y bautizar fue encargado por el Señor a los Santos Apóstoles, cuyos sucesores sin interrupción que guardan la pureza doctrinal, son los Obispos.

Existe un Orden Sagrado Sacramental, al cual se consagran personas para servir a Dios como Diáconos, Sacerdotes y Obispos. Pero la Iglesia es plenitud de todos sus miembros, por lo cual, junto a los consagrados, participan vivamente los laicos.

 

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QUE OTROS ASPECTOS LA CARACTERIZAN :

La Santa Iglesia Católica, Apostólica Ortodoxa la forman clero y laicos, actuando en ella cada uno según las bendiciones, dones o carismas recibidas, y según los cometidos que les son específicos.

Así, el clero es responsable por la labor pastoral, sacramental, espiritual, y litúrgica ; o sea, de la conducción de la grey, de la correcta administración de los Santos Sacramentos, de la orientación y cuidado espiritual de los fieles, y de las celebraciones litúrgicas en el templo. Por su parte a los laicos les corresponde desempeñar labores administrativas y sociales de su comunidad. Laicos y clérigos juntos comparten las labores pastorales y educacionales dentro de la comunidad. La responsabilidad de la Iglesia es por tanto de todos sus miembros.

 

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POR QUE NECESITO DE LA IGLESIA ; QUE ME OFRECE :

La Iglesia nos permite evolucionar individualmente y actuar en comunidad en pro de la perfección y la santidad.

Nos permite también encontrarnos con nosotros mismos, contemplativamente, buscando a Dios en el fondo de nuestro propio corazón y actuando con, por y para los demás, como muestra de amor al prójimo.

¿Qué nos ofrece la Iglesia? ; mas bien es uno mismo, como miembro pleno, quien se ofrece a los demás y los demás a uno. La Iglesia es plenitud de entrega, de amor y de comunión.

 

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EL MATRIMONIO EN LA IGLESIA ORTODOXA

 

 ¿Casarse? Se puede casar en el registro civil. De hecho, eso es el único requisito del estado político en nuestro país para formar una sociedad conyugal. ¿Por qué, entonces, casarse en la Iglesia? Y más aún, ¿por qué considera la Iglesia Ortodoxa al matrimonio como uno de sus sacramentos, uno  de los siete ritos comúnmente designados como Sacramentos o Misterios? San Juan Crisóstomo, uno de los Doctores Ecuménicos de la Iglesia, ha dado el nombre "Sacramento del Amor", a este Misterio del Matrimonio.

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De acuerdo a la fe Ortodoxa, entonces, el matrimonio no es simplemente el acuerdo entre un hombre y una mujer para compartir sus vidas, ni tampoco es una sanción legal. El matrimonio no se realiza por la pareja misma, con el clérigo y la congregación como testigos de su decisión. Su unión, basada en su libre voluntad de unirse en amor como marido y mujer, se vuelve Sacramento, Misterio de la Iglesia, precisamente porque son unidos como Cristianos Ortodoxos, miembros plenos de la comunidad eucarística, que juntos comparten el Cuerpo y la Sangre de  Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y que reciben la gracia de Dios para su unión mediante el ministerio de la Iglesia entera en la persona del Obispo o del Sacerdote, y en presencia del Pueblo de Dios congregado.

Este concepto explica por qué la Iglesia Ortodoxa no aconseja le matrimonio entre un cristiano ortodoxo y un cristiano de otra confesión. Al mismo tiempo, se entiende que es imposible para la Iglesia unir "en Cristo" a un cristiano ortodoxo con alguien que no sea cristiano. El Sacramento del Matrimonio conserva su significado pleno cuando ambos, tanto el novio como la novia, son partícipes de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa.

 

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LA SANTISIMA VIRGEN MARIA

La Virgen María tiene un importante lugar en la Iglesia Ortodoxa, el que fácilmente se puede observar con el simple hecho de entrar a un templo ortodoxo: siempre hay al menos un ícono de la Virgen María notoriamente visible a los fieles. Entre todos los santos, la Santísima Virgen María goza de un lugar singular. Es venerada como la más excelsa de todas las criaturas de Dios, "mas venerable que los querubines e incomparablemente más gloriosa que los serafines," como cantamos en uno de los himnos de la Divina Liturgia.

Los datos más antiguos que tenemos acerca de María, los encontramos en el Nuevo Testamento, y también en los escritos llamados los "evangelios apócrifos". Estos son documentos compuestos en los primeros días de la iglesia, que no fueron aceptados finalmente como "Evangelios Canónicos" incluidos en el Nuevo Testamento, pero que si son una fuente que nos enseña acerca de la vida de María. Algunos de estos evangelios apócrifos que relatan detalles de su vida incluyen el Proto Evangelio de Santiago, el Pseudo-Mateo, y el Evangelio de la Natividad de María.

De estas fuentes apócrifas, sabemos que el padre de María era Joaquín, un hombre justo, pastor de ovejas, de la tribu de Judá, y que vivía en Nazaret. Era muy generoso, y tenía como costumbre dar un tercio de sus bienes a los pobres, a las viudas y a los huérfanos, otro tercio al templo y a las personas que servían en él, y el último tercio lo guardaba para sus necesidades y las de su familia. La madre de María se llamaba Ana, hija de un sacerdote del templo judío, que había nacido en Belén. Joaquín y Ana habían estado casados por muchos años, pero no tenían hijos. Esto, en la cultura de su tiempo, se consideraba como una maldición de Dios, una humillación delante de todos. Rogaban incesantemente a Dios que les diera hijos, prometiéndole que le dedicarían la vida de su hijo o hija. Un día, un ángel del Señor visitó a Joaquín mientras pastoreaba, y le anunció que Ana daría a luz a una niña. Luego el mismo ángel también apareció a Ana, dándole la misma noticia. Se alegraron mucho y agradecieron a Dios Su Gran Misericordia. La Iglesia Ortodoxa celebra la fiesta de la concepción de María por sus padres, el día 9 de diciembre. Celebramos su nacimiento el 8 de septiembre. Cumpliendo con su promesa a Dios, Joaquín y Ana llevaron después a la pequeña María al templo para dedicar su vida a Dios. Esta fiesta, la Presentación de María en el Templo, la celebramos el 21 de noviembre.

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María en la Biblia

En el Nuevo Testamento, encontramos referencias a María en los Evangelios y en el Libro de los Hechos de los Apóstoles.

Del Evangelio según San Lucas, sabemos que un ángel del Señor fue enviado a  María, cuando era una joven virgen comprometida con José, para anunciarle que nacería de ella el Niño Dios, por obra del Espíritu Santo.  (Lucas 1, 27 al 38) "El ángel…le dijo, 'El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra, por lo cual también el santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios.' " María, ante esta asombrosa nueva, aceptó gozosa. "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra." (Lucas 1, 38) El Evangelio de Mateo también afirma que María concibió a Jesús por medio del Espíritu Santo. "El nacimiento de Jesucristo fue así: Su madre María estaba desposada con José; y antes de que se unieran, se halló que ella había concebido del Espíritu Santo." (Mateo 1,18) Luego la Iglesia expresó esto mismo en el Credo Niceo-Constantinoplano, escrito en los primeros dos Concilios Ecuménicos en los años 325 y 381. "Y en un solo Señor Jesucristo… quien por nosotros los hombres y para nuestra salvación, descendió del cielo, se encarnó del Espíritu Santo y María Virgen y se hizo hombre."

De igual forma sabemos,  del Evangelio según San Lucas, que María era prima de Isabel (Elizabeth), la madre de San Juan Bautista, y que ella fue a visitarla antes de que naciera su hijo. "Aconteció que, cuando Isabel oyó la salutación de María, la criatura saltó en su vientre. E Isabel fue llena del Espíritu Santo." (Lucas 1,41)

El Evangelista San Juan relata que María estuvo presente cuando Jesús hizo su primer milagro en Caná de Galilea, cuando convirtió el agua en vino, en la celebración de unas bodas. (Juan 2,1 al 11)

En el libro de los Hechos de los Apóstoles, se relata que María permaneció junto a los discípulos después de la muerte y resurrección de Jesús : "Todos éstos perseveraban unánimes en oración junto con las mujeres y con María la madre de Jesús y con los hermanos de Él," (Hechos 1,14) y que estaba con ellos también en la Fiesta de Pentecostés, cuando recibieron el Espíritu Santo (Hechos 2,1). Ella, que había cobijado a la divina Persona del Hijo de Dios en su vientre por poder del Espíritu Santo, ahora recibe el Espíritu Santo en su divino descendimiento.

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María en la Iglesia

En la Iglesia Ortodoxa, todo cuanto creemos y afirmamos acerca de María, se relaciona directa y explícitamente con nuestra fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad Hecho Hombre. La "Mariología" está imprescindiblemente relacionada con la "Cristología," con nuestra fe en la Encarnación.  Sostenemos  dos dogmas acerca de María : primero, como ya hemos dicho, que ella concibió a su Hijo Jesucristo por obra del Espíritu Santo, como encontramos en el Credo Niceo-Constantinoplano. El segundo dogma acerca de María fue proclamado por el tercer Concilio Ecuménico, celebrado en Efeso en al año 431. Este dogma afirma que María es Theotokos, es decir, "La que Dio a Luz a Dios", Madre de Dios, y no solamente Cristotokos, o sea, únicamente Madre de Cristo.

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María, la Madre de Dios,  figura prominentemente en los escritos de los Santos Padres de la Iglesia. Encontramos referencias a ella en sus escritos tan temprano como el siglo II. San Ignacio de Antioquía, a quien la leyenda identifica con el niño que acogió Jesús en sus brazos cuando habló del reino, es considerado como el "primer escritor mariano".  Este santo, que sufrió el martirio en los primeros años del siglo II, afirma que Nuestro Dios Jesucristo fue llevado por María en su seno, conforme a la disposición divina, y que María la Madre de Nuestro Señor era en verdad virgen. San Ambrosio, Obispo de Milán en el siglo IV, dijo : "La vida de María es una regla de vida para todos. " También en el siglo IV, San Cirilo de Jerusalén, quien fuera una importante figura en el Concilio de Efeso, en el sermón que se considera como el más célebre de la antigüedad sobre María, dice así : "Regocíjate, María Madre de Dios, venerable tesoro del mundo entero, luz inextinguible, corona de virginidad,  báculo de la Ortodoxia, templo indestructible que contiene lo incontenible… es a través de ti que se glorifica y se adora a la Santísima Trinidad; mediante tuyo, se venera a la preciosa Cruz en el mundo entero; por ti los cielos se alegran, los ángeles y los arcángeles se regocijan, y los demonios huyen;… por ti toda la creación ha alcanzado el conocimiento de la verdad. "San Juan de Damasco, en el siglo VII-VIII, afirma que ella es virgen "en mente, en alma y en cuerpo," y nos asegura que "en ella se personifica todo el misterio del plan divino de la salvación." San Andrés de Creta lo expresa de la siguiente manera : María es "la ciudad viva del Rey y Dios, en que Cristo habitó y obró nuestra salvación."

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¿QUIEN PUEDE TOMAR LA COMUNION?
Nuestra mesa está abierta a todos los creyentes. 


¿ACEPTAS EL BAUTISMO DE OTRAS IGLESIAS?
La mayoría de nosotros hemos venido de otras iglesias donde nosotros o aquellos a quienes amamos pueden no haber sido aceptados como participantes plenos e iguales en el Cuerpo de Cristo. Aceptamos cualquier bautismo realizado en nombre de la Trinidad. 


¿BAUTIZAS A LOS NIÑOS?
Sí, seguimos esta antigua práctica de la iglesia, creyendo que la forma más segura de crecer en el amor de Dios es participar plenamente en los misterios divinos (sacramentos) desde una edad temprana. 


¿HAY CONFESION? 
Creemos que el misterio de la reconciliación es una forma poderosa de sanar el alma y el espíritu y nos da la fuerza para crecer hacia Dios. No exigimos la confesión como un requisito previo para recibir la comunión, o para cualquier otro propósito, aunque la confesión regular es a menudo una práctica espiritual valiosa. Al igual que otras iglesias ortodoxas, nuestra visión de la confesión es que es un misterio de sanación y reconciliación, no de juicio y castigo, y vemos que el papel del sacerdote es simplemente el de un testigo en nombre del Cuerpo de Cristo, y como un consejero espiritual y un médico. Dios perdona, no el sacerdote. 


CREEN EN LA BIBLIA? 
Creemos en las Sagradas Escrituras como inspiradas por Dios, pero al igual que otros cristianos ortodoxos y católicos, no creemos que sea la única guía. Los muchos libros que componen la Biblia fueron elegidos y validados con el tiempo por la Iglesia, que es un organismo vivo, en lugar de ser el criterio para la Iglesia. También creemos en la sabiduría continua del Cuerpo de Cristo, que es a todos los creyentes, a través de las generaciones, y llamamos a esta Tradición, otra forma de probar la verdad. Finalmente, conocemos y experimentamos la presencia y guía continuas del Espíritu Santo, como Cristo prometió, al enfrentar los problemas y desafíos del presente.
Además, reconocemos que muchos tipos diferentes de libros que se encuentran en la Biblia son de muchos tipos diferentes -poesía, legislación, narrativa, sabiduría proverbial- y que deben interpretarse en consecuencia. La Biblia no es un libro de texto de ciencia o historia sino una manera de entender los misterios de nuestras vidas como hijos de Dios y hermanas y hermanos entre nosotros. 


¿JESUS COMO SALVADOR ? 
Como la mayoría de los ortodoxos, creemos que nadie se salva solo. Entendemos que "nacer de nuevo" sucede en y a través del bautismo y de otros misterios o sacramentos. Vemos la salvación no como "algo" (pecado y muerte eterna) sino como crecimiento en el Espíritu hacia la participación en Cristo (siguiendo a Pablo "No soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí" y "Como muchos de ustedes como han sido bautizados en Cristo, se han revestido de Cristo ") y, finalmente, un amor más cercano y comprensión de Dios. Esta antigua comprensión apostólica de la salvación a menudo se llama "theosis".

No creemos en la necesidad de una "expiación sustitutiva" o "sacrificio vicario". Como la mayoría de los cristianos orientales, aunque aceptamos que nuestros hábitos y deseos pueden estar manchados o nublados por el pecado, no creemos en la doctrina agustiniana de un "pecado original" mecánico heredado automáticamente de Adán por reproducción sexual o por cualquier otro medio. 


¿CREEN EN LOS SANTOS? 
Sí de hecho. Reconocemos y recordamos en nuestro calendario la "nube de testigos", las muchas personas santas que nos precedieron marcadas con el signo de la fe. Son fuentes de fortaleza e inspiración para nosotros. 


¿ADORAN ESTATUAS O ICONOS? 
Creemos que las imágenes o íconos pueden ser ayudas poderosas para nuestro entendimiento y oración, pero no los adoramos. Muchos de nosotros los usamos como formas de concentrar nuestra oración y como "ventanas hacia lo divino". No es el objeto que veneramos, sino la persona o el misterio que representan. Reservamos nuestra adoración a Dios. 


¿SUS SACERDOTES Y OBISPOS PUEDEN CASARSE? 
Como fue la práctica entre los primeros discípulos, no hacemos distinción entre los candidatos casados ​​o solteros para cualquiera de las tres órdenes del clero. 


COMO ME CONVIERTO EN MIEMBRO? 
Como se menciona en Creencias y prácticas, no tenemos un procedimiento de membresía elaborado. Nuestra mesa, nuestras congregaciones, nuestros misterios y nuestros brazos de bienvenida están abiertos a todos los que vienen a nosotros. Muchos de nosotros, tanto clérigos como laicos, hemos experimentado el rechazo o la alienación de nuestras tradiciones religiosas originales. Por lo tanto, nuestro enfoque fundamental es ser abierto, afirmativo y acogedor. Para repetir la cita en la parte superior de esta página, "El amor fue la primera moción".

Para aquellos ya bautizados que desean una forma más formal de marcar su unión con nosotros, consulte a su clérigo local. Debido a que somos una iglesia ritual / sacramental, podremos realizar un servicio apropiado para celebrar su compromiso con nosotros. 


¿EESTAN BAJO EL PAPA DE ROMA? 
No. 


¿COMO SE MANTIENE SU CLERO? 
Nos adherimos a la tradición del apóstol Pablo. Los clérigos se apoyan de la misma manera que los laicos, con una amplia variedad de trabajos. 

Denominacion legal:  Santa, Antigua y Apostolica Iglesia Catolica Ortodoxa (del Peru)

Inscrita en la Partida 13201556 de los Registros Publicos de la Republica del Peru

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